La Unión Europea (UE) denunció hoy que 20 de sus 90 observadores en las elecciones generales de Nicaragua afrontaron "dificultades" para entrar en las centros electorales y calificó de "inexplicable" las "trabas, opacidad y tantas mañas" que presentó la jornada de este domingo.
El jefe de la misión, el eurodiputado socialista español Luis Yáñez, declaró a los periodistas que los observadores sufrieron esas "dificultades" en "distintos momentos" y que se resolvieron "sobre la marcha".
La Organización de Estados Americanos (OEA) también informó hoy de que sus delegados no pudieron ingresar al 20 por ciento de los centros de votación que tenían previsto vigilar durante la apertura de las votaciones, lo que calificó como "preocupante".
Yáñez, quien se solidarizó con la OEA y condenó la falta de acceso de los observadores a las mesas de votación, indicó que la misión de la UE constató en la jornada electoral "problemas con las actas tanto de la apertura de colegios como en las actas de escrutinio" y que en algunos sitios "las copias son ilegibles".
Según el representante de la UE, con el cierre de las mesas de votación, a las 18.00 hora local (00.00 GMT), el proceso inició una etapa de "extrema delicadeza e importancia", motivo por el cual llamó a los candidatos a respetar "la voluntad del pueblo expresada en las urnas" y pidió no celebrar o denigrar la votación antes de divulgarse los resultados oficiales.
"Que haya un respeto irrestricto a la expresión de la soberanía popular, ese es un ruego que hacemos por la paz de Nicaragua y por las buenas relaciones de Nicaragua con sus vecinos, con Europa", dijo.
Yañez criticó, sin embargo, las "trabas, opacidad y tantas trampas" que sufrieron en los comicios.
"Nos hubiera gustado que el proceso fuera más transparente, más fácil para los actores políticos tanto en las cédulas de identificación, la acreditación de los fiscales, la acreditación de los observadores nacionales y en muchos otros aspectos", dijo.
"Para mí -agregó Yáñez-, sorprendentemente el Consejo Supremo Electoral ha puesto demasiadas trabas, a veces inexplicables".
Cientos de ciudadanos reclamaron en las últimas semanas que no se le habían entregado las cédulas de identidad, imprescindibles para votar, y la oposición liberal denunció que miles de sus fiscales de mesas recibieron tardíamente las acreditaciones para vigilar las juntas receptoras de votos.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) también rechazó a dos organismos locales de observación, entre ellos el Instituto para el Desarrollo de la Democracia, que denunció hoy que el 25 por ciento de las juntas receptoras de votos del país no contaba con fiscales de oposición.
Yáñez dijo que la UE vigilará el escrutinio, la transmisión y tabulación de resultados, y advirtió de que la misión de observación europea "no aceptará" ninguna "restricción" al respecto.
Destacó haber encontrado hoy "cierto nerviosismo" en todos los sectores políticos nicaragüense, así como "inquietud" y "muchos temores" a pesar de que en general percibió un "ambiente pacífico" durante la votación.
Pero "yo no sé si a mí todo el mundo me dice lo que piensa, porque he estado leyendo en estos días la obra de teatro famosa, el Güegüense, de la cultura y el modo de ser de los nicaragüenses, a lo mejor no me han dicho a mí lo que piensan, porque no creen que deban decírselo en este caso a un español, a un extranjero", agregó.
El "Güegüense" es un personaje de teatro que hace referencia al ingenio del indio utilizado para burlarse del colonizador, al que responde ocultando su verdadera opinión.
Un total de 3,4 millones de nicaragüenses estaban convocados hoy para elegir en 12.960 juntas receptoras de votos al nuevo presidente del país, al vicepresidente, a 90 diputados de la Asamblea Nacional y a 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
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La opinión de nulo apoyo, al cual los observadores internacionales llaman "preocupante" es pues, un elemento importante para evitar un tipo de injerencia fraudulenta en el manejo del voto o de las zonas de voto que aquí en México les llamamos casillas pero no debemos olvidar que no puede un gobierno extranjero en calidad de observador decir si es o no válido algo, o si es o no preocupante algo ajeno a ellos. Porque sería así como se incumpliría el principio de soberanía que cada país tiene para determinar a sus gobernantes por medio de la vía del voto.
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