domingo, 25 de septiembre de 2011

¿DEMOCRACIA?


SUMARIO
1- ¿Qué es la democracia? 2- Democracia formal y real
-3 Transición democrática en México 4- ¿Cómo lograr la democracia en México?
5- Conclusión 


1- ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA?


La Democracia es un fenómeno dinámico y expansivo. Las sociedades de hoy en día se desarrollan a una velocidad nunca antes vista, los avances tecnológicos y científicos benefician benefician grandemente y presentan nuevos peligros a las libertades
La democracia, no es nada más una forma de gobierno, sino un estilo de vida. Una forma de vivir y comportarse a la que sólo se llega por un proceso de maduración y autoconciencia. Implica un gran sentido de responsabilidad y una decisión, constantemente renovada, de sacrificarse por el bien común. Y con ello un gran valor para defender -aun con la vida misma- la libertad y la justicia. Supone una actitud de crítica y de inconformidad y una permanente lucha por el derecho, pero sin violencias ni excesos. Lo que importa es la constancia. No quitar el dedo del renglón cuando se trata de salvaguardar los derechos del pueblo, como lo hizo Gandhi en la India.
Por estas razones, la democracia es un ideal difícil de alcanzar. Pero no algo imposible. Si hay decisión firme de lograrlo y se aprovechan al máximo los recursos humanos -de la mente, de la voluntad, del afecto, del esfuerzo cotidiano en el trabajo-, puede muy bien realizarse. Hay que partir de una base innegable: la educación de la población del país para que llegue a ser un auténtico pueblo. No un rebaño de borregos, no un conglomerado de esclavos, no una masa amorfa sin capacidad de determinación y decisión, sino un grupo de hombres libres, conscientes y responsables. Iluminados, alertas y decididos. Ya lo había sostenido Platón en su gran diálogo de La República (Politeia): para llegar a un óptimo régimen político hay que educar a los ciudadanos. Sin educación, los hombres y mujeres de un país no pasan de ser eternos niños, sujetos siempre a los mandatos despóticos de los gobernantes. Es decir “la educación para la democracia” se debe de iniciar en torno a la niñez. Hay que hacer ver al niño cuáles son las razones para que actúe en determinada forma. Hay que inculcarle que debe proceder por convicción y no nada más por el miedo al castigo o el halago de la recompensa. Hay que hacerle sentir su responsabilidad frente a los demás. Es imperativo    que caiga en la cuenta que no debe vivir nada más para sí mismo, para la satisfacción de su egoísmo, sino para el bien de los que lo rodean. Tal vez al principio no se dé cuenta bien de esto, pero poco a poco se le irá formando el hábito de ayudar, servir y encontrar gozo en hacer algo bueno por los otros.
“La libertad de expresión, como piedra angular de una sociedad democrática, es una condición esencial para que ésta esté suficientemente informada”.
La posibilidad de que todas las personas participen en las discusiones públicas es uno de los bienes más preciados para una sociedad, y constituye el presupuesto necesario para la construcción de una “racionalidad discursiva” (Habermas), que permita la generación de consensos y la toma de decisiones entre los componentes de los diversos grupos sociales, pero que también constituya un cauce para la expresión de los disensos, que en democracia son tan naturales (y necesarios) como los acuerdos.
Francisco J. Laporta, recordando un argumento de Alexander Meiklejohn, escribe sobre este punto que “la libertad de expresión no es una libertad más que pueda ponerse en la balanza al lado de otras libertades posibles para pesarla y contrapesarla con ellas, prevaleciendo en unos casos y quedando limitada en otros... No es una entre otras libertades, sino el fundamento de todo el orden político”

2- DEMOCRACIA FORMAL Y REAL

Los sistemas democráticos, para hacer frente a las nuevas realidades, tienen que legislar y ´precisar en cuestiones novedosas o que no presentaban problema alguno con anterioridad pero que se convirtieron en peligros potenciales para la propia democracia y libertades de las personas.
La democracia presupone un orden jurídico, una constitución y un orden de Derecho que garanticen las libertades y los derechos fundamentales de las personas.
Hay que distinguir, ante todo, que existe una democracia formal y la democracia real. La primera es la que está organizada y funciona según los lineamientos establecidos en los preceptos legales. Sus procedimientos están fijados, en gran parte, por las normas constitucionales, y en otra medida, no menos importante, por las leyes reglamentarias que se derivan de esas normas. En el terreno jurídico esa democracia puede casi perfecta y para mejorarla bastará con que se reformen las normas legales. La democracia real, en cambio, es la que existe, de hecho, en el país. La sociología política, mediante sus análisis estructurales y coyunturales, la describe y da a conocer. Nos habla de los grupos de poder que realmente existen e influyen en la vida política; del grado de participación del pueblo en las elecciones y de la medida del abstencionismo electoral; y de los factores que corrompen la pureza del proceso democrático.

3- TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA EN MÉXICO



            Aunque en los últimos diez o quince años México ha dado importantes pasos hacia la celebración de elecciones libres y las libertades políticas, aún hay muchos obstáculos para la democracia en el país. Por ello, vale preguntarse: ¿En qué medida México es democrático? No existe la democracia perfecta. La democracia no es una cuestión de todo o nada, sino más bien un continuum. Los países son más o menos democráticos, y a menudo son más democráticos en algunos aspectos y los son menos en otros. Bajo esta concepción, es válido preguntar: ¿Qué tan democrático es nuestro país y su gobierno? Para dar respuesta a esta pregunta central, es necesaria una clara visión de la democracia y sus instituciones, así como de su contexto social y económico, junto con conocimiento empírico de la situación nacional bajo revisión.
            Entre 1929 y 2000, aunque existieron otros partidos políticos, sólo uno gobernó en México: el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Basado inicialmente en principios nacionalistas y de justicia social, a lo largo del tiempo viró al centro, e incluso a la derecha, del espectro político. Ganó todas las elecciones estatales hasta 1989, gran mayoría de escaños del Congreso hasta 1997, y todas las elecciones presidenciales hasta 2000. Desde su fundación en 1939, el Partido Acción Nacional (PAN) fue el principal partido de oposición al PRI. Se define como un partido dedicado al “humanismo político”: valores liberales basados en respeto por el individuo. A menudo catalogado como de centro-derecha, está cercano a los partidos  demócrata-cristianos de otras partes de América Latina y Europa. Combina un enfoque liberal en lo económico con uno conservador en lo moral y en algunas cuestiones sociales.
            Otro partido significativo de oposición fue fundado en 1989: el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). Se formó alrededor del liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas, que había abandonado al PRI para postularse en 1988 como candidato presidencial.
            A partir de 1988, se inició una transición a la democracia. La modernización social indujo pluralismo político, y por ende crecimiento del voto opositor. Sucesivas crisis económicas erosionaron el voto por el PRI. Los medios de comunicación se abrieron a voces independientes y de la oposición. Los partidos opositores –así como el oficialista– recibieron financiamiento público. Nuevas leyes, prácticas e instituciones electorales fueron creadas para nivelar el campo de juego. En 1997, un nuevo conjunto de normas electorales se puso en práctica en elecciones legislativas. En ellas, el PRI perdió el control de la Cámara de Diputados, aunque conservó una magra mayoría en el Senado.
            En 2000 Vicente Fox, de una coalición entre el PAN y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ganó la presidencia con el 43% de los votos. El PRI, a pesar de obtener sólo 36% en la carrera presidencial, ganó las elecciones legislativas y obtuvo las primeras minorías en ambas cámaras del Congreso. El tercer partido más votado fue el PRD, con 19%. La elección pacífica e incontestada de un candidato presidencial de oposición fue un punto de inflexión que señaló que México había alcanzado la democracia electoral.
            No tan tranquilas fueron las elecciones del 2006. Una campaña vitriólica seguida de un virtual empate en la competencia presidencial dio lugar a un conflicto post-electoral que puso a prueba a la joven democracia mexicana, sobre todo a sus instituciones electorales. Felipe Calderón, del gobernante PAN, fue elegido presidente con sólo 36.69% de los votos válidos. La Coalición por el Bien de Todos, de la cual el PRD fue el integrante principal, terminó con 36.11% y no reconoció la victoria de Calderón. Otros tres candidatos (entre ellos el del PRI) obtuvieron menores números de votos y sí reconocieron al ganador. En las elecciones legislativas, el PAN ganó por un margen más amplio y obtuvo las primeras minorías tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
            Calderón asumió el cargo el 1 de diciembre de 2006 con un país dividido en lo político y social, y con una parte significativa de los mexicanos que pensaba que el proceso electoral había sido manipulado en su favor. Por su parte, López Obrador, denunció fraude, puso en marcha un “movimiento de resistencia civil”, y se proclamó simbólicamente “presidente legítimo”
            Lo que sí podemos resolver desde ahora, a la luz de una reflexión de la historia y de la realidad de nuestra nación, es que la democracia --la auténtica, la verdadera, la que no tiene disfraces-- ha sido y seguirá siendo el ideal por el que ha luchado el pueblo mexicano desde que obtuvo su independencia. No quieren los mexicanos ni dictaduras militares ni dictaduras de partido; ni oligarquías ni socialismo autoritario o formas más o menos larvadas de totalitarismo. Quieren una sana, genuina y firme democracia. Una democracia que puede tener defectos, como toda institución humana, pero que es siempre perfectible, mientras no se le pongan obstáculos.

4- ¿CÓMO LOGRAR ESTA DEMOCRACIA EN MÉXICO?

           Hay que rechazar, ante todo, los caminos violentos para obtenerla. La violencia engendra más violencia y no llega a ningún resultado positivo. Los métodos violentos podrán ser útiles e incluso necesarios para obtener un resultado inmediato en situaciones desesperadas, pero no para lograr efectos permanentes y valiosos. Las cosas que valen se van obteniendo por una evolución “lenta y bien dirigida”, mediante la creación de hábitos y la adquisición de virtudes, por el esfuerzo continuado para llegar a las metas superiores.

5- CONCLUSIÓN

Democracia significa pues, que la voluntad representada en el orden legal del Estado es idéntica a las voluntades de los súbditos. Sin embargo, recalcando  que los gobernantes sólo pueden hacer lo que la ley les permite, y por consiguiente, los gobernados pueden hacer todo lo que no se les prohíba. Por lo tanto, un Estado cuyos diferentes órganos de gobierno y los individuos que lo integren se encuentren sometidos a las normas jurídicas vigentes es reconocido como Estado de Derecho.





Bibliografia:
- IFE, 2006. ELECCIONES FEDERALES 2006. ENCUESTAS Y RESULTADOS ELECTORALES
- EMMERICH, GUSTAVO ERNESTO (COORD..), 2009. “SITUACIÓN DE LA DEMOCRACIA EN MÉXICO. INFORME 2009”, EN PRENSA.
-GONZÁLEZ CASANOVA, PABLO; LA DEMOCRACIA EN MÉXICO, EDICIONES ERA, MÉXICO.
- SARTORI, GIOVANNI. LA DEMOCRACIA EN 30 LECCIONES. 1ª EDICIÓN
- SARTORI, GIOVANNI. INGENIERÍA CONSTITUCIONAL COMPARADA, TRAD. DE ROBERTO REYES MAZZONI.
-SERRA ROJAS, ANDRÉS; CIENCIA POLÍTICA, EDITORIAL PORRÚA.
- VILLAVERDE, IGNACIO, ESTADO DEMOCRÁTICO E INFORMACIÓN: EL DERECHO A SER INFORMADO, OVIEDO JUNTA GENERAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, 1994,.
- CARPIZO, JORGE, CONCEPTO DE DEMOCRACIA Y SISTEMA DE GOBIERNO EN AMÉRICA LATINA, INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS UNAM, 2007

3 comentarios:

  1. Considero que SI existe la democracia en México, que los mecanismo implementados en últimas décadas ha sido de gran utilidad para la construcción de un régimen democrático, pero este por supuesto está plagado de incongruencias, las cuales pienso, son culpa de los mismos electores, electores que no hacen más que ejercer un voto irresponsable, un voto desinformado, manipulado por la baja publicidad. En mi opinión no llegaremos a una verdadera democracia, limpia y justa, si los ciudadanos no participamos abiertamente en la toma de decisiones políticas de nuestro país, si los ciudadanos no nos preocupamos de por quién votamos, a quién estamos legitimando con nuestra vaga, pero existente Democracia.

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  2. Dentro de las elecciones del 2006 donde hubo una gran polémica ya que la coalición por el bien de todos (PRD) tenía más apoyo, es decir “tenía más para ganar” que el PAN, pero esto afectaría los interés de las personas que controlan el poder de México por eso sostengo que en nuestro país no se maneja de forma correcta la democracia ya que nuestro país está gobernado por una oligarquía (el poder en manos de unos pocos) provocando que el PRD no ganara, por ese motivo Andrés Manuel López Obrador se nombro a sí mismo “presidente legitimo” marcando una distinción entre legitimo y legal; ya que el legal es el único reconocido por la ley, siendo legitimo o no.

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  3. A mi parecer a México aun le falta el ejercicio de la democracia, coincido en que se ha dado un gran avance pero la falta de motivación hacia la población es uno de los mayores obstáculos para que esta se realice como una verdadera democracia y así cumplir con los objetivos señalados por esta , solo cabe cuestionar ¿Que medios deberá emplear el gobierno para impulsar la democracia?

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